sábado, 1 de diciembre de 2007

El poeta chileno Pablo Neruda (1904-1973) ha asociado su creación poética con un simple intercambio de regalos en su infancia...


Esta curiosa historia sugiere que al ofrecer nuestra amistad a alguien que no conocemos, fortalecemos nuestro vínculo fraterno con toda la humanidad. Una vez buscando los pequeños objetos y los minúsculos seres de mi mundo en el fondo de mi casa en Temuco, encontré un agujero en una tabla del cercado. Miré a través del hueco y vi un terreno igual al de mi casa, baldío y silvestre. Me retiré unos pasos, porque vagamente supe que iba a pasar algo.
De pronto apareció una mano. Era la mano pequeñita de un niño de mi misma edad. Cuando acudí no estaba la mano porque en lugar de ella había una maravillosa oveja blanca. Era una oveja de lana desteñida. Las ruedas se habían escapado. Todo esto lo hacía más verdadera. Nunca había visto yo una oveja tan linda. Miré por el agujero, pero el niño había desaparecido. Fui a mi casa y volví con un tesoro que le dejé en el mismo sitio: una piña de pino, entreabierta, olorosa y balsámica, que yo adoraba. La dejé en el mismo sitio y me fui con la oveja. Nunca más vi la mano ni el niño.
Nunca tampoco he vuelto a ver una ovejita como aquélla. La perdí en un incendio. Y aún ahora en este 1954, muy cerca de los cincuenta años, cuando paso por una juguetería, miro aún furtivamente a las ventanas. Pero es inútil. Nunca más se hizo una oveja como aquélla. Yo he sido un hombre afortunado. Conocer la fraternidad de nuestros hermanos es una maravillosa acción de la vida. Conocer el amor de los que amamos es el fuego que alimenta la vida. Pero sentir el cariño de los que no conocemos, de los desconocidos que están velando nuestro sueño y nuestra soledad, nuestros peligros o nuestros desfallecimientos, es una sensación aún más grande y más bella porque extiende nuestro ser y abarca todas las vidas. Aquella ofrenda traía por primera vez a mi vida un tesoro que me acompañó más tarde: la solidaridad humana. La vida iba a ponerla en mi camino más tarde, destacándola contra la adversidad y la persecución.
No sorprenderá entonces que yo haya tratado de pagar con algo balsámico, oloroso y terrestre la fraternidad humana. Así como dejé allí aquella piña de pino, he dejado en la puerta de muchos desconocidos, de muchos prisioneros, de muchos solitarios, de muchos perseguidos, mis palabras. Esta es la gran lección que recogí en el patio de una casa solitaria, en mi infancia. Tal vez sólo fue un juego de dos niños que no se conocen y que quisieron comunicarse los dones de la vida. Pero este pequeño intercambio misterioso se quedó tal vez depositado como un sedimento indestructible en mi corazón, encendiendo mi poesía.

Pablo Neruda, Isla Negra, 1954

sábado, 24 de noviembre de 2007

SOLO UN INICIO

En esta modesta pagina hemos querido colocar algunos datos y fotografias de los niños del Colegio Acuarela del Sol y quisieramos que ustedes Niños, Padres de familia, Amigos del Arte, nos escriban, envien fotografias y asi compartir un poco mas y conocernos mejor.
Acuarela del Sol
Un colegio para Aprender Jugando en Libertad

Pintura, juego teatral, música y canto, danza creativa y escultura, son las artes que niños y niñas, ejercitan con el lema :
"Juego para aprender y arte para crear",

Un Colegio que ayuda al niño a desarrollar la creatividad y la autoestima.
Una brillante iniciativa de Acuarela del Sol, a través de su equipo integrado por profesores artistas, docentes de inicial y primaria, comunicadores y psicólogos.

Los esperamos en Mariscal Benavides 309, Urb. Selva Alegre (frente al parque Selva Alegre).

PUNTO DE VISTA. Autoridad y libertad


Uno de los problemas de la educación en la actualidad es la falta de autoridad en la familia. Una madre se quejaba de que su hijo no le obedecía, le respondía a todo, le insultaba y no podía con él. Al preguntarle por la edad de su hijo contestó que tres años. ¿Qué había fallado en la educación? En otras ocasiones son los padres los que tiran la toalla y se desentienden de sus hijos porque piensan que no están formados y no saben qué hacer.
Reflexionar sobre la autoridad de los padres y la libertad de los hijos es una tarea necesaria e irrenunciable.
Podemos entender la educación como un proceso de mejora de la persona y también como un proceso de responsabilización de seres libres. Porque hay que promover la libertad y su correspondiente responsabilidad. No se trata de una mejora parcial, sino de toda la persona en su conjunto y no mejora en abstracto o en vacío, sino en aspectos esenciales como son la libertad, el amor y la fe.
La autoridad no solo es poder, sino sobretodo servicio. Es un servicio a la libertad en desarrollo de otros seres humanos que van siendo cada vez más autónomos y más responsables en su propio proyecto de llegar a ser lo mejor de sí mismos, superando las limitaciones personales y ambientales.
Por otra parte el desarrollo de la libertad personal es un proceso que puede ser acelerado por la educación. Educar la libertad es fomentar una mayor autonomía y una mayor responsabilidad en quien se educa.